Sebastián Valencia Muñoz

Comentarios:

"No sé si estas sendas perdidas sean las mejores películas, pero sí las más importantes para mí: Carne de tu carne (Carlos Mayolo) Con esta película aprendo algo todos los días. Por ejemplo, que el cine es cuestión de clima y que la revolución empieza en casa. Entre más envejece es más moderna y profunda. Los Músicos (Víctor Gaviria). Una película llena de presentimientos y anunciaciones. Corre el año 1947 en alguna parte de Antioquia y algo está a punto de estallar. Es una película sobre sobre el pasado, el presente en el que fue hecha y sobre lo que vendrá. Su atmósfera malsana y al mismo tiempo poética abría el telón para nuestra película más importante: Rodrigo de No Futuro. Pasado el Meridiano (José María Arzuaga) La claridad de su misterio todavía me ciega. Chircales (Marta Rodríguez) Con esta película me convertí al materialismo. Sumas y restas (Víctor Gaviria) La película más dura y desencantada de Gaviria. La visión más lúcida que he visto sobre la lucha de clases en Colombia. Cargada de veneno, está lista para confrontarnos por mucho tiempo y, sin embargo, todavía la poesía, herida, aún sobrevive. Recuerdos de sangre (Oscar Campo) Rostros, cantinas, casas de bahareque y plazas de pueblos en el Norte del Valle del Cauca que casi puedo oler y tocar. De repente, un pasado ominoso regresa en un hombre viejo que recuerda sus actos de horror. Una obra que siento muy cercana. Los niños invisibles (Lisandro Duque) Su cine dan ganas de vivir. Siempre tendremos el refugio de su mirada tierna y crítica. El laberinto (Laura Huertas Millan) Una mirada nueva, compleja, dialéctica. La Virgen de los Sicarios (Barbet Schroeder) Íntima y desgarradora evocación del amor y el deseo. La cerca (Rubén Mendoza) La muerte del patriarcado en un western oral. Padre e hijo se baten a duelo con violentas y dolorosas palabras. Liminal (Clemencia Echeverri) Sin palabras"