Lilian Contreras

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En este top no pretendo seleccionar “las mejores películas” (¿quién puede decir eso?), pero sí nombrar historias que por su narrativa aportan, desde mi punto de vista, a expresar puntos de vista importantes para nuestra sociedad. Amazona: esta película de Clare Weiskopf y Nicolás Van Hemelryck es mi favorita y lo es desde el punto de vista subjetivo porque, aunque soy muy diferente a Val, comparto su visión sobre la maternidad desligada de la culpa. En este mundo donde la familia "perfecta" sigue idealizada, este retrato es encantador porque reivindica la familia desde la diferencia y el amor. Todo comenzó por el fin: retrospectiva audiovisual que sin falta deben verse los cinéfilos, los seguidores del cine caleño, de Caliwood, de Luis Ospina y del documental. El páramo: de las pocas películas colombianas que, desde mi punto de vista, logra narrar una historia creíble desde el suspenso. Aquí, el juego con la mente del espectador lo es todo. Buen legado para conocer el cine de Jaime Osorio. Candelaria: bella película de Jhonny Hendrix Hinestroza sobre el amor. No es romántica empalagosa; es una linda y genuina historia sobre el amor adulto, el amor mayor, el amor entre dos personas llenas de arrugas y canas, como pocas veces se ve en el cine.La tierra y la sombra: esta película de César Augusto Acevedo requiere toda la atención del espectador porque la narración está ligada al paisaje, los sentimientos y al recuerdo que el protagonista tiene de aquel lugar en el que creció y que, debido a los cambios en el área rural, ya nada es como antes. Nuestra película: es un documental sencillo pero impactante porque es Lorenzo Jaramillo, en sus últimos días, el protagonista. Alejada del morbo, esta película de Luis Ospina fue la puerta para que muchos conociéramos la vida y parte de la obra de este artista que durante años pasó inadvertido.La eterna noche de las 12 lunas: entender al otro no es fácil y menos si seguimos cargados de la mirada colonialista. Esta película de Priscilla Padilla narra el paso de la infancia a la adultez en las niñas de la tribu Wayuu, quienes son aisladas con el fin de vivir su tránsito y conocer el legado de su cultura.El film justifica los medios: este filme de Juan Jacobo Del Castillo es un homenaje a los pioneros del documental colombiano y su valor radica en que, a través de entrevistas a Carlos Sánchez, Marta Rodríguez y Carlos Álvarez, y el uso de imágenes de archivo, la generación actual y las futuras tenemos la oportunidad de saber y entender el contexto del cine político y social colombiano de la segunda mitad del XX.Litigante: Franco Lolli usa un momento complejo que vivió su familia para llevar a la pantalla grande esta historia sobre el dolor y la ansiedad que genera la enfermedad de los padres o un familiar muy cercano.Los colores de la montaña: el cine colombiano está cargado de historias violentas, unas más explícitas que otras. Para mí, esta película de Carlos César Arbeláez merece estar en el top 10 porque se vale de la inocencia de los niños para contar cómo ellos y los pobladores de la zona rural vive la violencia.