La estrategia del caracol

La obra de Cabrera inaugura a comienzos de los años 90 una seguidilla de frases icónicas que se quedarían grabadas en la historia del cine colombiano, La estrategia del caracol utiliza el trasteo físico y emocional de una vivienda para configurar el retrato nacional de la lucha por la dignidad. Entre actuaciones emblemáticas y estratagemas ingeniosas, la fachada de "La Uribe" se desploma dejando un mensaje que aún resuena en los afectos de una generación: "Ahí tiene su hijueputa casa pintada". Un grupo de personajes heterógeneos –liderados por un viejo español–, epítomes de la configuración de personalidades de "la realidad nacional", da con la meta común de retrasar, tanto como se pueda, el desalojo de su casa al que son obligados. Entre la ironía y la hipérbole, Cabrera crea un estado de cosas que le permite pensar el crecimiento de las ciudades, el papel de los medios de comunicación, las instituciones de la justicia y la ley, la sensación de comunidad y grupo, los proyectos políticos de tamaño íntimo y la relación centro-periferia de una ciudad como Bogotá.